“El Michi”, el gato rebelde de Abimael

Inés Tabal G.

Veracruz, Ver. – La música rock de la década de los ochenta se escucha a lo largo de la avenida Independencia. Los conductores de autos carros y peatones detienen su marcha para admirar aquel peculiar artista que, junto a su títere “El Michi”, alegra a los que pasan por aquella zona.

Adultos, niños y jóvenes paran -por un instante- su ajetreado andar por una de las principales avenidas del Centro Histórico del llamado Heroico puerto de Veracruz, para observar a los dos personajes que se fusionan en uno mismo.

Unos hilos que mueve con la destreza que la práctica le dio, Abimael le da vida a “El Michi”, un gato adolescente rebelde, al que le gusta el rock y en el cual plasmó sus años de juventud.

El característico personaje, lleva una guitarra y micrófono que sincroniza al ritmo de la música, dando un espectáculo singular y muy llamativo. De esta manera Abimael se gana algunas cuantas monedas a cambio de una sonrisa de sus espectadores.

Es licenciado en Educación Artística y trabajaba dando talleres en escuelas, pero los recortes de presupuesto que nuevas administraciones hicieron al Instituto Veracruzano de la Cultura (Ivec) lo dejaron desempleado. La calle es ahora su trabajo.

“Para mí es una experiencia muy grata trabajar con el títere, por ejemplo, la persona que está ahí enfrente es indigente y ahorita acaba de venir y decirme que es muy asombroso lo que ve, que le regresa un rato de felicidad”, narra Abimael, mientras mira al hombre que no para de observar su espectáculo con una sonrisa en el rostro.

Al igual que “El Michi” también existe otro personaje llamado “Pillo”, un perro pianista, los dos fabricados por él, quien se encarga de darles movimientos y vida para hacerlos más afines y llamativos a su público.

Abimael empezó a trabajar con los títeres luego de que hiciera algunos para unas compañías de teatro, todo salía de su imaginación, desde los planos hasta el personaje con el cual le iba a dar vida a sus creaciones.

Después de fabricarlos se dio cuenta de que tenía la habilidad de moverlos y ese fue el pequeño impulso para sacarlos a la actuación y realizar espectáculos callejeros.

“Esto es una experiencia muy grata ver que el arte que hago llega a causar un impacto en las personas y en la sociedad, yo hago esto de corazón”, dijo Abimael.

Además de fabricar títeres y hacer funciones en las calles, Abimael es escultor plástico, en sus ratos libres se dedica a crear esculturas que salen de su imaginación y con eso tener un ingreso extra para sobrevivir en estos días de contingencia.

Por el momento se encuentra preparando una exposición de sus obras plásticas, para mostrárselas a los veracruzanos y así se interesen un poco más en la cultura.

La cuarentena le ha servido para crear más personajes y reinventarse, pero también ve con tristeza el panorama que están sufriendo muchos artistas que se quedaron desempleados al igual que él.

“La situación para el artista y la cultura en Veracruz esta ahorita muy afectada, yo veo que ha faltado apoyo”, comentó con un tono de tristeza en su voz.

En este último año, el Ivec recibió 45 millones de pesos menos a comparación del 2019, lo que causó el despido de varias personas y el cierre de distintos programas de fomento a la cultura, por lo que varios de estos artistas se tuvieron que refugiar dando espectáculos callejeros, donde sus expresiones culturales surgen  flor de piel.

Compartir: